"Pobres nos evangelizan"S.V.Paul
He pasado unos días en casa de mis padres.
Volver al pueblo siempre es momento de gracia, no ya por los vínculos familiares que desde luego lo son, sino por lo que supone de airear el corazón, abrir sus ventanas y oir la voz de la gente sencilla, las de toda la vida.
...risas, silencios, gotas de lluvia, rayos de sol, el lamento, el sollozo, la prisa y la pausa, el beso, el encuentro y el adiós,...
y en cada encuentro se prendián en el alma una guirnalda de soledad...ninguna igual...la soledad del anciano ,del que soporta la enfermedad, de quien vive en la incomprensión, en la ignorancia, la limitación física, la del matrimonio roto, la de tantos "domingos por la tarde", la de quién no encuentra cauce para su vida.........
Recé por cada uno de ellos y por mi misma pidiendo un poco de luz ante cada realidad palpitante...
Quedé admirada como la gente que oía hablar a los pastores de lo que habían visto.
Fué en la misa de los niños, a mi lado, sentada, Antonia, mujer del pueblo, con desapercibida presencia, pocas letras y manos encallecidas. El gesto después de la catequesis-homilía fue cambiar el corazón de cartulina que teníamos por un poco de paja de la cuna dónde Jesús nacería.
"¡Cómo no voy a saber que poner en el corazón pa llevarlo a la cuna!" exclamó Antonia sin escribir nada, con ojos brillantes y amplia sonrisa. Acababa de poner en la cuna a uno de sus dos hijos al que la droga había engatuzado de nuevo.
...en su gesto no había fracaso!!...reverdecía esperanza!!
Los pastores contaron lo que vieron y Antonia, me contó sin ella saberlo que las soledades no están ya solas...desde entonces me viene a los labios y al corazón la fortaleza, la serenidad, la alegria y la esperanza de pronunciar bajito EMMANUEL!!, DIOS CON NOSOTROS!!.
...como dice el villancico...¡Ven chiquitito, ven!
FELIZ NATIVIDAD DEL SEÑOR.
un enorme abrazo
sor loli
